lunes, 30 de diciembre de 2013

Propósitos financieros para el nuevo año. Aprendiendo a ahorrar

Con el comienzo de un nuevo año es inevitable que echemos la vista atrás, evaluemos los meses que han pasado y detectemos aquello que no nos gusta y queremos cambiar. Por ello, igual que ocurre en septiembre con el "comienzo de curso", a principios de año es habitual marcarse nuevas metas, plantearse de nuevo deseos que se quedaron por cumplir o propósitos que, un año más, no hemos alcanzado. "Tengo que dejar de fumar, hacer ejercicio, perder peso, estudiar ingles..." son expresiones muy habituales por estas fechas.

Con la difícil situación económica que estamos viviendo, es muy probable que las familias incluyan entre estos propósitos del nuevo año los temas relacionados con la economía doméstica. "Quiero llegar a fin de mes, voy a intentar ahorrar un poco, tengo que quitarme esas deudas..." serán posiblemente los deseos de este año para muchos. Bien, pues vamos a ver en este artículo cómo plantearse correctamente estos propósitos financieros para no quedarse en el intento y llegar a las metas que nos propongamos.

El primer paso: tener claro hacia dónde queremos ir

Tan importante como la persistencia para alcanzar una meta es haber definido bien hacia dónde vamos. En muchas ocasiones fracasamos por ponernos en marcha sin haber identificado previamente qué es lo que queríamos o debíamos conseguir. Por ello os propongo ahora examinarnos con sinceridad y evaluar cuál es nuestra situación financiera. Tenéis que hacer las siguientes reflexiones:  ¿Sé con precisión cuánto ingreso y cuánto gasto? ¿Conozco en qué se me va el dinero mes a mes? ¿Soy capaz de ahorrar? ¿Dispongo de un dinero que me permita afrontar imprevistos? Se trata por tanto de conocer nuestro punto de partida. A partir de ahí, esta sería mi propuesta de objetivos financieros para el 2014:

1º) Llevar un control de los ingresos y gastos familiares que nos permita saber cuál es la situación en cada momento. Muchas familias hacen esto basándose tan sólo en la intuición o echando un vistazo de vez en cuando al saldo de la cuenta en el banco. No es suficiente, en la medida en que seamos capaces de llevar un registro más o menos completo de nuestras entradas y salidas de dinero seremos mucho más efectivos y podremos tomar decisiones más acertadas. Puedes aprender a elaborar un presupuesto familiar en este artículo.

2º) Equilibrar ingresos y gastos para lograr un ahorro mensual sistemático. Ello implica necesariamente haber cumplido el punto anterior para conocer bien nuestra estructura de costes y decidir en base a ella dónde focalizar nuestros esfuerzos. A partir de allí fijaremos la cuantía que nos proponemos ahorrar todos los meses y para evitar que los gastos se acaben comiendo la intención de ahorro utilizaremos un truco: "que nuestro ahorro sea el primero de nuestros gastos". Escribiré próximamente un artículo dedicado a este tema.

3º) El tercer objetivo será destinar el ahorro que consigamos a amortizar nuestras deudas, empezando por las más gravosas.

4º) A continuación, nuestro propósito será crear un fondo de emergencia para imprevistos y gastos extraordinarios de -al menos- 6 meses.

5º) Por último, deberemos seguir ahorrando -ahora sí- para aquellas cosas que necesitamos, nos interesan o nos motivan (cambiar de coche, hacer un viaje, los estudios de los hijos, comprar una casa, la jubilación...).

Para alcanzar estos objetivos no podemos empezar la casa por el tejado. Es decir, necesitamos ir cumpliendo cada una de las fases sin saltarnos ningún paso intermedio. Por ejemplo, no puedo empezar a pagar las letras de un coche nuevo si antes no he sido capaz de equilibrar mis ingresos y gastos y he dejado atrás mis problemas para llegar a fin de mes. Tarde o temprano llegará un gasto extraordinario o un imprevisto y no podré asumir el pago del coche. Y en el peor de los casos recurriré a otro préstamo para pagar el primero y la bola se irá haciendo cada vez más grande... Por ello, los objetivos deben seguir una secuencia, un orden. En primer lugar evaluaremos si cumplimos el 1º y sólo entonces pasaremos al 2º, y así sucesivamente.


Algunos consejos para hacer el camino más llevadero

No cabe duda de que el proceso que nos lleva hacia una economía familiar saneada no es sencillo. Nos vamos a encontrar dificultades, tendremos que hacer sacrificios y habrá momentos en que nos platearemos arrojar la toalla. Estos consejos ayudarán a allanar el camino:

- En primer lugar, como hemos dicho, hay que empezar fijando una meta alcanzable. No nos conviene plantearnos objetivos difícilmente alcanzables o empezar con metas a muy largo plazo.

- Está bien ser ambicioso, pero el camino hay que recorrerlo poco a poco. No sirve de nada empezar a mil por hora y luego abandonar. Es mejor comenzar a menor ritmo y mantenerlo.

- Cuando nos entren las dudas, ayuda mucho visualizar el objetivo. Recordar las cosas que podremos hacer si persistimos nos motivará para seguir.

- Todos los miembros del hogar deben involucrarse. No sirve de nada que unos "remen a favor" si otros están "remando en contra". Hay que ir en la misma dirección y apoyarse unos a otros.

Consejos para empezar el año ahorrando

Para terminar, vamos a dar una serie de pautas básicas que nos ayudarán a empezar el año ahorrando:

1. Antes de comprar algo, hazte primero estas tres preguntas: ¿Realmente lo necesito o tengo ya algo similar que me hace la misma función? ¿Me lo puedo permitir? ¿He buscado y comparado y es esta la alternativa más económica o que más me interesa? Cómpralo solamente si contestas afirmativamente a las tres preguntas.

2. Sal de casa con los deberes hechos: ayúdate de las nuevas tecnologías para buscar y comparar precios, prepara una lista de la compra y decide antes de salir dónde vas a ir.

3. Para los gastos habituales y periódicos dedica un tiempo específico a buscar alternativas más económicas o aprende a ahorrar con los consejos que hemos dado en artículos anteriores: seguros, luz, carburante, vuelta al cole... Cada día que pases sin hacer nada estás perdiendo dinero. Próximamente hablaremos también de cómo ahorrar en telecomunicaciones, productos bancarios, supermercados, viajes, etc...

4. Cuidado con los "gastos hormiga". Es probable que no estés controlando esos gastos de pequeño importe, que parecen poca cosa, pero que realizas con mucha frecuencia. Ten en cuenta que si los consideras en su conjunto y puestos en un contexto anual se llevan una buena parte de tu presupuesto. Puedes consultar aquí el artículo específico que les dedicamos.

5. Y terminamos con un último consejo a modo de reflexión: no puede ser que dediquemos más de 160 horas al mes al trabajo para ganar el dinero que nos permite vivir y, en cambio, no dediquemos ni siquiera 1 hora al mes a gestionar bien esos ingresos. Como ya he explicado en el artículo dedicado al presupuesto familiar, 5 minutos al día y 30-45 minutos a final de mes es suficiente para llevar un control básico de nuestros gastos. Esto nos ayudará mucho a descubrir en qué conceptos podemos focalizar nuestros esfuerzos este año nuevo que ahora comienza.

¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!

martes, 3 de diciembre de 2013

12 consejos para ahorrar en Navidad

Se acercan ya las fiestas navideñas, fechas muy propicias para que se disparen los gastos familiares. Y es que todo está montado en torno al consumo, no nos faltarán motivos para gastar: regalos, cenas de trabajo, comidas familiares, viajes, compras para la casa... Según un estudio de la consultora Deloitte cada español se gastará una media de 670 euros durante estas fiestas (ver los detalles de la encuesta en este enlace). 

Desde nuestros artículos hemos intentado transmitir durante todo el año el hábito del ahorro. Hemos hablado de la importancia de controlar nuestro gasto, buscar opciones más económicas y poner en práctica hábitos como elaborar un presupuesto para controlar nuestra economía familiar. Pues bien, es ahora en Navidades cuando no podemos tirar por la borda el trabajo de todo un año. 

Por ello vamos a dar a continuación una serie de pautas para seguir manteniendo en estas fechas una economía doméstica saneada:

1. Vamos a intentar sacar provecho de las cosas buenas de la Navidad: tenemos más tiempo libre para estar con la familia, hacer algún viaje o simplemente disfrutar de unos días de vacaciones. Sin embargo, esto no significa necesariamente caer en lo malo que nos traen muy a menudo estas fechas: consumismo, derroche, gasto incontrolado...

2. La clave para disfrutar sin que nuestra economía se vaya al traste es preparar un presupuesto. Debemos analizar cuál es nuestra situación económica y decidir cuál es la cantidad que podemos destinar a cada uno de los extras que vamos a tener. Es bueno desglosarlo y hacer este presupuesto de forma individualizada por conceptos. A modo de ejemplo podemos citar:

- Regalos
- Comidas familiares
- Cena del trabajo
- Ocio y fiestas
- Viajes
- Compras para la casa
- Lotería
- Otros gastos e imprevistos

3. Una vez tenemos definido el presupuesto, el siguiente consejo es aplicar siempre el criterio de buscar y comparar. Según las cifras de las asociaciones de consumidores podemos encontrar diferencias de precio de hasta un 50% en un mismo artículo. En este sentido, las nuevas tecnologías nos van a ayudar y podemos recurrir a internet para buscar dónde están los precios más económicos.

4. Una buena práctica para ahorrar es adelantar las compras siempre que sea posible. Este consejo es perfecto para productos como juguetes, ropa, viajes e incluso para alimentos no perecederos (bebidas, turrones, conservas...). También lo podemos aplicar a muchos productos frescos que no pierden propiedades al congelarlos. Más información sobre la congelación de alimentos en este enlace


5. Los regalos pueden llegar a suponer hasta el 50% del gasto navideño. Es este el ejemplo perfecto de la desmesura en la que solemos caer en estas fechas. Debemos aplicar como en todo el sentido común y fijar un presupuesto razonable. Una buena práctica es el famoso "amigo invisible". Tiene muchas ventajas: se fija un importe máximo, todo el mundo recibe su regalo y evitamos el exceso de tener que comprar regalos a todo el mundo.

6. La mayoría de nuestro gasto en regalos está destinado a juguetes para los niños. Con ellos más que con nadie debemos poner algo de cordura. No les estamos haciendo ningún favor si les dejamos vivir en una burbuja ajenos a la situación que estamos viviendo. Actualmente hay juguetes (normalmente asociados a la tecnología) con unos precios desorbitados, fuera del alcance de muchas familias. A cambio, tenemos opciones mucho más razonables en juguetes tradicionales, artesanales, educativos o de mesa.

7. El tema de las comidas familiares merece un capítulo aparte. No es necesario montar un gran banquete con los productos más exclusivos y caros para disfrutar de una agradable velada familiar. Se pueden sustituir los productos más caros (marisco, lubina, besugo, cordero, solomillo...) por otros más económicos (pescado azul, pollo, pavo..) sin renunciar por ello a un menú atractivo y bien presentado. Puedes encontrar buenas propuestas para elaborar un menú navideño anti-crisis en este enlace. Además no es necesario preparar grandes cantidades de comida, el exceso nos impide disfrutar de cada plato y acabamos llegando a los postres con la sensación de estar atiborrados.


8. El ocio es otro de los conceptos que se lleva un buen pico de nuestro presupuesto navideño. Los cotillones o macrofiestas que se organizan estos días suelen tener unos precios desorbitados. Los viajes para las familias que se lo pueden permitir son también un clásico en estas fechas (destinos de nieve, capitales europeas...). En estos conceptos el gasto ha caído sensiblemente en los últimos años. Y es que podemos encontrar alternativas más baratas que también nos permiten disfrutar de estos días de descanso: fiestas en casa con amigos, volver al pueblo con la familia o disfrutar de nuestro lugar habitual de residencia aprovechando las actividades navideñas son un ejemplo.

9. Continuando con el ocio, durante estos días es posible ahorrar acudiendo a algunas de las muchas actividades gratuitas que se organizan: espectáculos infantiles, ferias, exposiciones, conciertos... Si consultamos la agenda de nuestra localidad veremos que hay muchas opciones.

10. La compra de lotería es otro de los gastos tradicionales de las navidades. En estas fechas es tradicional compartir lotería con familiares como una forma de felicitar las fiestas. Según un estudio de la Federación de Usuarios y Consumidores Independientes (FUCI) cada ciudadano se gastará este año una media de 65 euros en lotería de navidad. El consejo aquí es no caer en la práctica tan extendida de comprar más pensando que así tenemos más probabilidades de ganar. Tal y como expliqué en un artículo anterior (ver aquí) la probabilidad de que nos toque el gordo es de 0,001%. Si compramos 10 décimos la probabilidad subirá al 0,01% y si compramos 100 décimos al 0,1%... En definitiva, el mensaje no sería dejar de jugar, sino hacerlo moderadamente.


11. Es importante aprovechar las ofertas y promociones. Se está extendiendo en estos últimos años una práctica norteamericana llamada el "Black Friday" que llevan a cabo multinacionales y grandes cadenas el viernes posterior al Día de Acción de Gracias. Consiste ofrecer descuentos importantes (llegan incluso al 50%) para una selección de sus artículos. En nuestro país lo celebran cadenas como Media Markt, Apple, Amazon e incluso El Corte Inglés. Suele durar un tiempo muy limitado (normalmente un fin de semana a finales de noviembre o la semana anterior al puente de diciembre). Más información aquí. Conviene en estos casos no dejarse llevar por el efecto "gancho" de las ofertas y aprovecharlas sólo si realmente coinciden con nuestra lista de la compra.

12. Por último, recomendamos mirar la Navidad con ojos menos consumistas apostando por ejemplo por el "hágalo usted mismo" en los adornos navideños o en los regalos. También es probable que no necesitemos estrenar ropa, seguro que si miramos bien en el armario encontramos algo que nos queda bien y entre la música y las copas nadie se va a fijar.

En definitiva y resumiendo, las claves para ahorrar estas navidades serían:
1º) Planificarse con antelación preparando un presupuesto para los gastos extra de estas fiestas, mejor si es de forma desglosada por conceptos.
2º) Comparar precios y, siempre que se pueda, adelantar las compras, no esperar al último momento.
3º) Gastar de forma moderada sin caer en la vorágine consumista.
4º) Buscar planes alternativos que no supongan gastos elevados.

En definitiva, es posible disfrutar de las buenas cosas que nos trae la Navidad sin torpedear nuestra economía familiar.

viernes, 15 de noviembre de 2013

Consejos para ahorrar hasta 250 euros al año en la factura de la luz

La factura de la luz en España ha subido un 60% desde el comienzo de la crisis. En este artículo vamos a explicar cómo hemos llegado a esta situación, veremos los últimos cambios en la facturación y daremos consejos y pautas para ahorrar hasta 250 euros al año.


La subida del precio de la luz

La luz ha experimentado una subida de precios muy importante en los últimos años, con incrementos de un 8%, 9%, 12%... En total, un 60% desde 2007 hasta 2013. Así, una familia que en 2007 pagara un recibo de 50 euros al mes, estaría desembolsando en 2013 nada menos que 80 euros. De hecho, España es actualmente el tercer país que más paga por kW de Europa, tan sólo por detrás de Chipre e Irlanda. Nuestra luz es un 20% más cara que la de Alemania y un 65% más cara que la de Francia.

Las motivos de una energía tan cara en nuestro país son principalmente:
  • La gran cantidad de impuestos que soporta la factura eléctrica. Además del IVA, tiene un impuesto especial del 5%.
  • El déficit de tarifa.
  • Las primas a las energías renovables.
  • Las ayudas al carbón.
En el siguiente enlace encontraréis una explicación detallada de estos motivos. Os recomiendo también la lectura de este artículo de José Luis Benito sobre cómo se calcula la factura de la luz y las sospechas de connivencia entre el Gobierno y las compañías eléctricas.

Y es que sin querer ser mal pensado (pero tampoco ingenuo), es necesario mencionar las famosas "conexiones eléctricas" de los políticos. Son ya demasiados los ex-ministros y políticos con importantes responsabilidades que han sido re-colocados como consejeros o asesores en las compañías eléctricas. Podéis ver algunos ejemplos en este artículo y en este otro. Esto hace pensar al ciudadano que nuestros políticos tal vez hagan lo que esté en su mano para no perjudicar a las compañías, pasando incluso por encima de los intereses de los consumidores. De hecho, la Plataforma por un Nuevo Modelo Energético (PNME) presentó este verano en la Fiscalía Anticorrupción más de 90.000 firmas en apoyo de un escrito de denuncia para que investigue la incorporación de ex-políticos a los consejos de administración de las grandes compañías eléctricas, por si hubieran cometido "hechos que pudieran ser constitutivos de delito de prevaricación por desviación de poder y/o de tráfico de influencias". Más información aquí.

Y el efecto en las familias de todas estas subidas de tarifa unidas a la falta de competencia entre compañías y la precaria situación económica que vivimos es terrible. Se estima que en España hay un 10% de hogares en pobreza energética, es decir, que son incapaces de asumir el coste energético de sus necesidades domésticas básicas.

Vamos a ver a continuación qué podemos hacer en el hogar para ahorrar en las facturas de la luz. Las medidas que se pueden tomar suponen cada una un pequeño ahorro, pero sumadas ayudarán a buen seguro a aliviar este coste.

Cambios en la facturación


El primer problema con el que nos encontramos a veces es que no entendemos bien nuestra factura de la luz (o que no nos hemos parado nunca a verla en detalle). En este enlace se explica paso a paso cada uno de los componentes de la factura.

Antes de ver los últimos cambios que se han producido en la factura energética, explicamos primero que existen dos tipos de tarifa:

1) Tarifa de Último Recurso (TUR), donde el precio es regulado por el Gobierno y afecta a los hogares con una potencia contratada menor a 10 kW.

2) Mercado Libre, que afecta a los hogares con una potencia contratada superior a 10 kW y a todos los que estando en TUR prefieran cambiarse.

Bien, pues en este año 2013 se han producido tres cambios importantes en las facturas de la luz:
  • En abril, y para los clientes de la TUR:
    • Han desaparecido las lecturas estimadas, ahora se paga por el consumo real y en base a lecturas reales.
    • La facturación ha dejado de ser mensual para ser bimestral.
  • En agosto las nuevas tarifas han cambiado el peso de los dos componentes de las facturas: se da mayor peso a la parte fija - la potencia contratada y menos al consumo.
Es fundamental tener presentes todos estos cambios, pues van a condicionar las actuaciones que tendremos que llevar a cabo si queremos reducir nuestra factura de la luz. Las vemos a continuación.

Cuidado, un susto cada dos meses

El primer consejo a tener en cuenta es que ahora recibimos la factura de la luz cada dos meses y, lógicamente, el importe cuando llegue será el doble que antes.

Por tanto, si vivimos "al día" y llegamos a fin de mes muy justos, debemos tener mucho cuidado y ser previsores: los meses sin factura de la luz deberemos ahorrar al menos la parte proporcional y reservarla para el mes siguiente

Buscar una tarifa más económica


Con la baja competencia en el sector eléctrico entre las actuales compañías, no resulta fácil para una familia encontrar una tarifa que suponga un ahorro significativo sobre la que tiene contratada. Actualmente tenemos tres opciones:

A) Buscar otra compañía con los precios más baratos en el mercado libre. Para ello recomendamos utilizar un comparador de tarifas eléctricas. Puedes acceder aquí al comparador de la Comisión Nacional de la Energía. Sin embargo, verás que las diferencias son mínimas tal y como vienen denunciando las asociaciones de consumidores y la propia CNE. A pesar de ello, en ocasiones podemos encontrar ofertas que nos permiten ahorrar hasta un 4% si nos cambiamos de compañía. En estos casos siempre es recomendable estudiar bien las condiciones y la letra pequeña del contrato.

B) Valorar si puede interesar contratar la tarifa con discriminación horaria. El truco aquí está en "reprogramar" nuestra rutina diaria para intentar que la mayoría de aparatos eléctricos funcionen durante el periodo valle. Estos son los horarios y diferencias en el precio, se trata de echar cuentas y ver si compensa:
  • Periodo punta (de 12:00 a 22:00 h) --> un 20% más cara que la tarifa base.
  • Periodo valle (de 22:00 a 12:00 h) --> un 47% más barata que la tarifa base.
C) Participar en una plataforma de compra colectiva de energía como la que ha organizado recientemente la OCU (posiblemente este tipo de iniciativas se repita en el futuro).
  • Se han apuntado un total de 477.000 consumidores.
  • La subasta ha sido adjudicada a la compañía HolaLuz y se estima que se va a lograr una rebaja en la factura de la luz de entre el 4% y el 8%.
  • Más información sobre la noticia en este enlace y en www.quieropagarmenosluz.org

Reducir la potencia contratada


Tras el encarecimiento del término fijo de la factura se hace imprescindible ajustar lo más posible nuestra potencia contratada en base a nuestras necesidades. Si en nuestra casa nunca salta el interruptor de potencia, puede ser un síntoma de que tenemos más potencia de la que necesitamos.

Como ayuda recomiendo buscar en internet una calculadora de potencia contratada (por ejemplo Endesa ofrece una en este enlace). Nos piden una serie de datos sobre el equipamiento del hogar y nos aconsejan la potencia que necesitamos.

Atención: por cada tramo de potencia que reduzcamos (1,15 kW), nos ahorraremos aproximadamente 50 euros al año. El coste de cambiar la potencia oscila entre 10 y 15 euros, con lo que vamos a amortizar rápidamente este gasto.

Recientemente una serie de colectivos han puesto en marcha una iniciativa en este sentido, promover que los hogares revisen sus recibos y bajen la potencia contratada. Puedes obtener más información en: www.bajatelapotencia.org

Reducir el consumo


Ofrecemos por último una serie de consejos para ahorrar en el consumo de la luz. Pueden parecer pequeños gestos, pero puestos en su conjunto y en un contexto anual nos van a permitir un buen ahorro en las facturas.

1) Apagar el botón de standby de los aparatos de la casa cuando no los utilizamos consigue un ahorro del 40% del consumo de cada aparato. Se estima que esto puede suponer un ahorro del 15% de todo el consumo energético del hogar. Si tenemos aparatos que no tienen este botón, se pueden instalar regletas con interruptor.

2) Mantener una temperatura de confort en el hogar (calefacción y aire acondicionado). Se trata de utilizar con moderación y sentido común la calefacción y el aire acondicionado para tener una temperatura de 20-21 grados en invierno y 25-26 grados en verano. No se trata de pasar frío en invierno ni calor en verano, pero tampoco tiene sentido estar en casa con manga corta en pleno invierno o que el aire acondicionado del verano nos haga coger un resfriado. Por cada grado de más o de menos sobre estas cifras aumentará el consumo eléctrico un 6%.

3) Un buen aislamiento térmico del hogar consigue ahorros de hasta el 15 ó 20% en el consumo.

4) Si tenemos que cambiar algún electrodoméstico, apostar por uno más eficiente enegéticamente (clases A+, A++ o A+++). Aunque son bastante más caros, se amortizan en unos 4 años gracias a su menor consumo.


5) Aprovechar el calor residual de las placas vitrocerámicas apagando 2 ó 3 minutos antes de terminar. Con ello ahorramos hasta un 20% de energía.

6) Si en lugar del horno utilizamos el microondas nos ahorraremos un 65% del consumo. Además, cada vez que abrimos la puerta del horno se pierde un 20% de la energía.

7) La olla a presión es la manera más eficiente de cocinar. 

8) Lavar los platos a mano con agua caliente consume un 40% más de energía que utilizar el lavavajillas. Eso sí, hay que aprovechar al máximo su capacidad y ponerlo en el programa adecuado. La mayoría de las veces bastará con una temperatura media (no más de 50 grados).

9) Poner la lavadora a 30 grados cuando la ropa no esté muy sucia. Gasta la mitad que si la ponemos a 60 grados. Aprovechar la capacidad de carga completa o utilizar un programa de media carga. Evitar siempre que se pueda el uso de secadora.

10) La temperatura ideal para el frigorífico es de 5 grados, y de -18 grados para el congelador. Por cada grado más de frío el consumo aumenta un 5%. Evitar las capas de hielo en el interior llega a ahorrar un 30% de energía.

11) Sustituir las bombillas tradicionales (incandescentes) conforme se vayan fundiendo por bombillas de bajo consumo o, mejor aún, por bombillas leds, que suponen un ahorro del 85%.


12) Por último, intentar hacer un uso racional de todos aquellos aparatos y elementos que requieran conexión eléctrica (ordenadores, TV, puntos de luz...). Evitar dejarlos conectados cuando no les estamos dando uso.


Aplicando todos estos consejos (tanto en la potencia contratada como en el consumo) se puede llegar a ahorrar mucho dinero. Las familias que hemos asesorado y han aplicado estas pautas han logrado reducir sus facturas energéticas en importes que van de los 100 a 250 euros al año dependiendo del caso. Pero el ahorro puede ser incluso superior. Según los cálculos de la consultora energética Vea Global -que fueron publicados en un reciente artículo de prensa- un hogar que aplique a conciencia todas las medidas de ahorro energético puede ahorrar hasta 350 euros anuales.

martes, 29 de octubre de 2013

Un método que funciona para la gestión eficaz de la economía doméstica

En este artículo doy las claves de un método sencillo y práctico que ha conseguido que muchas familias lleguen a final de mes con menos agobios y empiecen a hacer planes de futuro con sus ahorros.

¿A quién va destinado este método?

A todas las familias que, teniendo ingresos, encuentran dificultades para llegar a fin de mes y no tienen claro en qué se les va el dinero.
También a aquellos que, teniendo una situación económica más desahogada, quieran estar mejor protegidos frente a situaciones imprevistas que puedan producirse (bajadas salariales, despidos, gastos extraordinarios...).
Por último, a todos aquellos que quieran tener un mayor control sobre su economía doméstica para alcanzar metas que hoy por hoy no se pueden permitir.

¿Quién debe involucrarse?

No basta con que se ponga a ello el cabeza de familia o el ama / amo de casa. Toda la familia debe implicarse en la medida en que todos contribuyen a generar el gasto.

¿Cuánto tiempo es necesario?

No es un método que requiera grandes dosis de dedicación. Bastará con un par de horas al principio, algún rato suelto a diario para apuntar los gastos y aproximadamente una hora al mes para actualizar el presupuesto familiar.

¿Cuándo se empiezan a ver los resultados?

Si se siguen las pautas y recomendaciones, es fácil que se vean los primeros resultados a partir del segundo mes de trabajo. Además, al cabo de un año, la economía familiar habrá experimentado una mejora significativa y gozará de una posición más saneada.

Pasos a seguir

Se trata de un método que consta de 10 pasos. Vamos a dar unas breves pinceladas de cada uno de ellos. En próximos artículos entraremos más en detalle en cada uno.


Paso nº 1: Definir nuestros objetivos económicos

Si no expresamos claramente a dónde queremos llegar, cuáles son nuestros deseos, difícilmente los alcanzaremos. No se trata de decir generalidades, sino de definir con claridad qué metas queremos lograr a nivel económico en el futuro. 

Es importante ser concreto y realista, tanto en la elección de los objetivos como en el plazo que nos marcamos para llegar a ellos. Es fundamental ponerlos por escrito, pues nos comprometeremos más y nos servirá de motivación.

También se aconseja cuantificar cada objetivo. De esta manera, tendremos una idea más precisa del esfuerzo que necesitaremos para llegar a él.

Paso nº 2: Llevar un control diario de nuestras entradas y salidas de dinero

El siguiente paso es conocer nuestra situación de partida. Por mi experiencia, pocas familias saben identificar con precisión en qué se les va el dinero. Tienen claro cuáles son sus ingresos y lo justos que llegan a fin de mes (si es que llegan). Conocen por encima los grandes gastos mensuales (hipoteca / alquiler de la vivienda, luz, teléfono, seguros de la casa y el coche...) pero poco más. Es importante identificar todas y cada una de nuestras partidas de gasto para, a continuación, identificar cuáles son prescindibles y en cuáles es posible ahorrar.

Paso nº 3: Elaborar el presupuesto familiar

Si no hacemos una previsión de los gastos que están por llegar y en qué momento se van a producir, es muy probable que algún mes nos llevemos una sorpresa desagradable. Un imprevisto o un gasto extraordinario que no recordábamos nos pondrán en una situación comprometida si no estamos preparados. 

Además, el presupuesto familiar es una herramienta que nos permitirá hacer planes de futuro. Será nuestra herramienta para tomar decisiones importantes que conlleven un gasto. De esta forma intentaremos llevar nosotros el control de la situación y no al revés.

Paso nº 4: Conocer y calcular los semáforos de nuestra economía doméstica

Hay una serie de reglas y cálculos que nos pueden ayudar a saber en qué situación estamos, nos dicen si es preocupante y si estamos cerca o lejos de solucionarla. Se trata básicamente de calcular cuál es nuestra capacidad de ahorro, nuestro nivel de endeudamiento y el fondo de emergencia. Estos indicadores nos permitirán además ir midiendo si nuestra situación mejora o empeora con el paso del tiempo.

Paso nº 5: Aprender y poner en práctica hábitos para reducir nuestros gastos

Todo margen de mejora sobre nuestra situación actual pasa por conseguir cierta capacidad de ahorro. Veremos en qué partidas podemos lograr ahorros significativos siguiendo una serie de pautas y consejos. Gastar menos es posible si se sabe dónde y cómo actuar. Lógicamente serán necesarios ciertos sacrificios, pero seguro que compensan con la satisfacción de estar cada vez más cerca de nuestro objetivo.

Paso nº 6: Conocer nuestras fuentes de financiación

Es importante identificar los préstamos y tarjetas que tenemos, además de las características de cada operación de financiación que hemos contratado. Si no disponemos de esta información, acudiremos a las entidades correspondientes para que nos la entreguen.

Debemos analizar detenidamente la documentación para conocer los costes de cada operación, sus ventajas e inconvenientes y detectar también los posibles abusos y trampas en los que tal vez hayamos caído.

Paso nº 7: Priorizar nuestras deudas

Es fundamental hacer una relación de todas nuestras deudas, con sus correspondientes características y condiciones. Las ordenaremos de mayor a menor coste financiero (podemos utilizar para ello la TAE). Este ejercicio nos ayudará para acometer la siguiente tarea: definir un plan de amortización de deudas que nos permita a reducir nuestro nivel de endeudamiento.

Paso nº 8: Decidir a qué destinar nuestro ahorro

Con todo lo hecho hasta el paso nº 5 y algo de tiempo tenemos que ser capaces de equilibrar nuestros ingresos y gastos y conseguir incluso cierto nivel de ahorro. A partir de aquí es clave decidir a qué destinos prioritarios debemos dedicar estos ahorros para alcanzar lo antes posible nuestros objetivos. Mi propuesta es: 1º) Amortizar anticipadamente las deudas, empezando por las más gravosas. 2º) Construir nuestro fondo de emergencia (un dinero destinado a cubrir imprevistos y gastos extraordinarios). 3º) Ir abasteciendo nuestra bolsa de ahorros.

Paso nº 9: Conocer las alternativas para invertir bien nuestro dinero

Llegados a este punto, habremos conseguido ya un cierto nivel de ahorro que no podemos dejar parado, pues la infracción hará que ese dinero valga menos cada día.

Debemos documentarnos y estudiar las opciones disponibles para lograr una rentabilidad aceptable en función del riesgo que estemos dispuestos a asumir.

Paso nº 10: Medir el grado de consecución de nuestros objetivos

Al menos una vez al año debemos evaluar si los pasos que estamos dando nos acercan a los objetivos que nos hemos marcado. ¿Estamos ahorrando? ¿Cuánto? ¿Qué deudas hemos eliminado o amortizado aunque sea parcialmente? ¿Hemos conseguido reunir un fondo de emergencia? ¿Hemos invertido adecuadamente nuestros ahorros?...

Si fuera necesario, retocaremos o replantearemos nuestros objetivos y el plazo que nos hemos marcado para llegar a ellos.


Como os decía al principio, iré explicando todos estos pasos en artículos específicos. Algunos temas ya los he explicado anteriormente en artículos que podéis consultar aquí:

viernes, 18 de octubre de 2013

¿Cómo afecta la prima de riesgo a la economía familiar?

En este artículo vamos a hablar de la "famosa" prima de riesgo. Contaremos en qué consiste, cómo se calcula y cómo afecta tanto a los países como a las entidades financieras, las empresas y las familias. También daremos algunos consejos para llevar sus consecuencias lo mejor posible. 

¿Qué es la prima de riesgo?

La prima de riesgo mide la recompensa por arriesgar más en una inversión. Vamos a verlo con un ejemplo:
Supongamos que tenemos un dinero ahorrado y queremos invertirlo en un banco. El banco A nos ofrece un 1% de rentabilidad, se trata de una entidad que funciona muy bien, es solvente y nos da bastante confianza. Por otro lado, el banco B nos ofrece un 3% de rentabilidad, pero en cambio se trata de una entidad que tiene pérdidas y hay rumores de quiebra. Tenemos dos opciones, poner el dinero en el primer banco y obtener menos beneficios o arriesgar en el otro banco para conseguir más rentabilidad. En este caso la prima de riesgo sería esa diferencia entre el 3% y el 1%. Es decir, la prima de riesgo por invertir en el banco B sería de 2 puntos.

Bien, pues a nivel de los estados ocurre lo mismo. Los países necesitan emitir deuda pública para financiarse. Los inversores para comprar esa deuda exigen una cierta rentabilidad, que dependerá de la confianza en que se les va a pagar. Cuanta más desconfianza hay, más recompensa exigirán los inversores y, por tanto, mayor será la rentabilidad.

¿Cómo se calcula?

La prima de riesgo coge como referencia una inversión segura y después la compara con la inversión que se quiere realizar. En el caso de las deudas públicas europeas Alemania es el punto de referencia. ¿Por qué Alemania? Pues porque es el país con más peso y que mejor va de Europa.

Como vara de medir se utilizan los intereses que ofrecen los países por los bonos a 10 años. Supongamos que Alemania paga un interés del 1,8% y España un 4,2%. La prima de riesgo de España será la diferencia entre el 4,2 y el 1,8, es decir, 2,4 puntos porcentuales. Para llegar a las cifras que vemos siempre en los medios de comunicación hay que multiplicar por 100. Así, en este caso serían 240 puntos básicos.

Por tanto, y como resumen, diremos que la prima de riesgo es el mayor coste que debe asumir un país cada vez que se tiene que financiar si lo comparamos con Alemania.

¿En qué nos afecta una subida de la prima de riesgo?

Afecta al país: el incremento de la prima de riesgo encarece la financiación del Estado, es decir, el Estado tiene que pagar más dinero para colocar su deuda.
Afecta a las entidades financieras: los bancos van a tener un coste mayor para captar dinero y trasladarán esos costes a los préstamos que conceden a empresas y ciudadanos.
Afecta a las empresas: las empresas tienen que pagar más por sus préstamos y este mayor coste las hace menos competitivas frente a empresas de otros países. En el peor de los casos puede haber proyectos que se queden sin financiación y ello provoca que algunas tengan que despedir a parte de sus empleados.
Afecta a los ciudadanos: las familias somos el último eslabón de la cadena, en nosotros termina todo y, por tanto, a nosotros nos llegan todos los efectos.
- Si el estado necesita más dinero para financiarse, nos sube los impuestos.
- Si los bancos endurecen las condiciones de los préstamos, una parte de los ciudadanos se queda sin acceso a ellos. Y los que lo consiguen, es a un coste mayor.
- Como las empresas también tienen que pagar más dinero por los préstamos, intentan compensar al menos una parte subiendo el precio de los productos o bajando costes con, por ejemplo, bajadas en los salarios.
- Si las empresas no tienen financiación y se paran sus proyectos, necesitarán menos trabajadores y habrá despidos.

Por tanto, si sube la prima de riesgo, el efecto para las familias será:
- Más impuestos
- Préstamos más caros y más difíciles de conseguir
- Subida de precios
- Sueldos más bajos
- Más paro
- Menor capacidad de consumo

¿Qué ocurre cuando la prima de riesgo baja?

Cuando la prima de riesgo -en lugar de subir- baja, deberíamos en teoría esperar los efectos contrarios. Sin embargo, hemos visto una bajada de la prima española de 600 a 400 puntos y, recientemente, al entorno de los 250-240 puntos, y sin embargo ni nos han bajado los impuestos, ni es más fácil el acceso al crédito ni bajan los precios, ni hay más trabajo...

Con este tema ocurre como con el precio de los combustibles. Cuando sube el precio del petróleo nos suben el precio de la gasolina, pero en cambio, cuando baja el precio del petróleo apenas se nota en el precio de la gasolina... Como decimos, los ciudadanos somos el último eslabón de la cadena y da la sensación de que -ocurra lo que ocurra- vamos a estar pagando las consecuencias. En todo caso, a medio o largo plazo, seguro que nos va mejor con primas de riesgo bajas.

Consejos para las familias

Podemos tener la sensación de que poco o nada podemos hacer ante este tipo de movimientos macro-económicos y que simplemente nos tenemos que aguantar y dejar caer el chaparrón. Esto no es así. Los ciudadanos, dentro de nuestras posibilidades, sí podemos actuar, si no para evitar las consecuencias, sí al menos para intentar mitigar los efectos. Siguiendo estas pautas y consejos nuestra economía familiar será más fuerte y, por tanto, menos vulnerable:

1) Llevar un mayor control de nuestra economía doméstica nos permitirá manejar de forma más eficiente un presupuesto que cada vez es más ajustado. Para ello aconsejamos tener el hábito de elaborar un presupuesto familiar y actualizar mensualmente su información, Esta herramienta básica nos permitirá conocer en qué se nos va el dinero y hacer previsiones de futuro.
2) A partir de este primer paso, recomendamos establecer una pauta mensual de ahorro, cada uno en función de sus posibilidades. En estos tiempos en los que es tan difícil llegar a fin de mes, hablar de ahorro puede parecer una quimera para muchos. Sin embargo, con independencia de nuestro nivel de ingresos, cualquier mejora de nuestra situación pasa necesariamente por equilibrar gastos e ingresos hasta conseguir un pequeño remanente por pequeño que sea. El truco para conseguir esto es no esperar a fin de mes, sino más bien al revés, que este ahorro sea el primero de los cargos que tenemos en nuestra cuenta bancaria tan pronto nos ingresan la nómina. 
3) Este ahorro lo destinaremos en primer lugar a reducir en la medida de lo posible nuestro endeudamiento. Una familia menos endeudada será menos vulnerable. Para ello empezaremos por amortizar en primer lugar los préstamos que nos resultan más gravosos (aquellos por los que pagamos un interés más alto). 
4) Una vez conseguido esto, destinaremos el ahorro a conseguir un fondo de emergencia, es decir, un remanente que nos permita prevenir situaciones complicadas e imprevistas. Se suele recomendar tener un fondo de emergencia que cubra al menos entre 3 y 6 meses de gastos familiares. No obstante, en tiempos de incertidumbre como los actuales, no estaría de más superar esta cantidad.

Todo esto, que puede parecer complicado, es posible. En un próximo artículo explicaremos cómo hacerlo con un método que funciona y que ya ha ayudado a muchas familias. 

lunes, 16 de septiembre de 2013

Cómo ahorrar hasta 500 € en la vuelta al cole

Cada año por estas fechas el comienzo de curso supone un gasto muy importante para las familias: ropa, libros, material escolar, actividades... En este artículo vamos a ver que siguiendo algunos consejos y cambiando ciertos hábitos podemos ahorrar cantidades importantes que le vendrán muy bien a nuestra economía familiar.

¿Cuánto gastamos?
Según un estudio publicado recientemente por el portal Tiendeo.com, el coste medio de la vuelta al cole oscila entre 500 y 1.000 euros por niño. Si hablamos de un contexto anual, las familias se gastarán una media de 1.800 euros por niño en este curso escolar según se desprende del informe sobre la vuelta al cole de la OCU.

¿En qué lo gastamos?
Los libros y el material escolar se llevan una buena parte del presupuesto, aunque la ropa supone también un gasto importante. A esto hay que añadirle los gastos mensuales, como el comedor, transporte, actividades extraescolares, excursiones...

Diferencia entre centros
Según señala el estudio de la OCU, las diferencias son importantes según el centro al que acudan los niños. En los centros públicos el gasto medio anual es de 1.200 euros, frente a los 2.300 euros de los centros concertados y los 5.200 de los centros privados.

Consejos para ahorrar en la vuelta al cole
Siguiendo una serie de consejos podemos llegar a ahorrar mucho dinero. Las estimaciones realizadas cifran este ahorro incluso en 500 euros por niño y curso.

1) Reutilizar antes que comprar: 
  • Utilizar siempre que se pueda libros de años anteriores de hermanos, vecinos, amigos... Para ello podemos utilizar los sistemas de préstamos o intercambio de libros organizados por el propio colegio o el AMPA, aunque también hay iniciativas institucionales y privadas.
  • Forrar libros para evitar que se estropeen y poder venderlos o cambiarlos al curso siguiente.
  • No desechar automáticamente el material escolar del año pasado (lápices de colores, rotuladores, reglas, mochilas, carpetas...). Aprovechar los que se conserven en buen estado y sustituir sólo los que no valgan.
2) Ahorro en la compra de libros:
  • Según un estudio comparativo de la OCU, los libros de texto son más baratos en los hipermercados (Alcampo y Carrefour se situan a la cabeza). Incluso El Corte Inglés, aunque aquí son un 9% más caros.
  • Las librerías tradicionales son un 24% más caras de media que los hipermercados. A cambio, se recibe un trato más personalizado, identifican mejor los libros y gestionan mejor posibles errores o problemas.
  • Otra alternativa es la compra por internet. Son más baratos que en las librerías tradicionales, pero un 14% más caros que en los hipermercados. Ejemplos de portales de venta de libros escolares son tuslibrosdetexto.es, relibrea.com, segundamano.es y amazon.es.
3) Ahorro en el material escolar:
  • Aparte del ahorro ya comentado con la reutilización de material, se consiguen también ahorros importantes eligiendo marcas blancas.
4) Ahorro en la ropa / uniformes:
  • Los niños crecen rápido y en ocasiones la ropa se queda casi nueva. Por tanto, nos podemos plantear su reutilización por hermanos, vecinos, amigos...
  • Existen iniciativas interesantes en la web, como la ofrecida por Grownies. Se trata de un portal que pone en contacto a familias que quieren intercambiar la ropa de sus hijos.Se pueden conseguir 8 prensas por 16 euros, transporte incluido.
  • Al comprar, si se duda entre dos tallas, elegir la mayor.
  • En productos como ropa interior y calcetines, apostar por descuentos 2x1 o packs de ahorro.
5) Ahorro en el comedor:
  • Evaluar la posibilidad de que los niños coman en casa si el horario de los padres lo permite.
  • Llevarse el almuerzo y la merienda de casa y no recurrir a bollería industrial, más cara además de poco saludable.
6) Ahorro en las actividades extraescolares:
  • No abusar en el número de actividades. Los niños también necesitan tiempo libre.
  • Tener en cuenta el criterio del niño pero sin caer en caprichos que se abandonan al poco tiempo o actividades excesivamente caras.
  • Comparar precios. Si la actividad se organiza en el propio colegio será probablemente más económica que fuera de él.

Por último, no quiero dejar de comentar que la vuelta al cole es una buena ocasión para educar a los niños en el consumo responsable, tienen que aprender a renunciar a ciertas cosas. Además, los padres no hacemos ningún bien a nuestros hijos dejándoles vivir en una burbuja, ajemos a los tiempos difíciles que vivimos. Deben ser conscientes de que ellos también tienen que contribuir a cuidar la economía familiar.


lunes, 1 de julio de 2013

Los semáforos de la economía doméstica

Tal y como explicaba en uno de mis primeros artículos, uno de los primeros pasos para lograr una economía saneada es conocer cuál es nuestra situación actual. Para ello recomendaba llevar un control diario de todos nuestros gastos y elaborar un presupuesto familiar.


En esta ocasión vamos a ver una herramienta muy sencilla y práctica para, partiendo de datos básicos sobre nuestra economía, saber si nuestra situación es buena, regular o mala. También nos permitirá fijar un objetivo concreto y cuantificable y ver si con el paso del tiempo nos acercamos a él o, por el contrario, nos vamos alejando.

Se trata de tres cálculos muy básicos partiendo de datos que, en principio, deberíamos conocer. Si no es así, el primer paso sería recabar la información necesaria siguiendo por ejemplo los consejos de mi artículo sobre la elaboración del presupuesto familiar


CAPACIDAD DE AHORRO
El primer semáforo que calcularemos es nuestra capacidad de generar ahorro. Se calcula restando ingresos menos gastos anuales y dividiendo el resultado entre los ingresos. Finalmente el resultado lo multiplicamos por 100. El resultado lo interpretamos como el porcentaje en que los ingresos superan a los ahorros o, dicho de otra manera, la proporción de ingresos que van destinados al ahorro.



Esta debería ser nuestra principal prioridad: conseguir cierto nivel de ahorro mes a mes o, al menos, en el conjunto del año. Si no generamos ahorro, seremos incapaces de dar los siguientes pasos. 

Evidentemente, si no somos capaces de ahorrar, estaremos por debajo del 0% y en la fase roja del semáforo. Lo ideal es conseguir una capacidad de ahorro superior al 15%. 


NIVEL DE ENDEUDAMIENTO
El siguiente semáforo hace referencia al nivel de deudas que estamos asumiendo. Para ello en primer lugar hay que tener claro qué préstamos y deudas en general hemos asumido. En base a eso calcularemos el nivel de endeudamiento dividiendo la suma de todas las cuotas anuales entre los ingresos. El resultado mide la proporción de ingresos que va destinada a pagar deudas.



Deberíamos intentar por todos los medios no alcanzar un nivel excesivo de endeudamiento, en todo caso por debajo del 35%. Mi consejo sería destinar parte del ahorro a reducir deudas, empezando siempre por las más gravosas (aquellas por las que pagamos un TAE superior). De esta forma iremos bajando poco a poco nuestro nivel de endeudamiento.


FONDO DE EMERGENCIA
El tercer semáforo es el fondo de emergencia, que mide el tiempo que podríamos aguantar sin una fuente de ingresos. Se calcula dividiendo todos nuestros activos líquidos a corto plazo (es decir, dinero en cuentas corrientes, depósitos y productos de ahorro con alta liquidez) entre los gastos medios mensuales multiplicados por un factor de corrección. Este factor depende de la situación familiar, pero genéricamente podemos utilizar un 0,8.



La interpretación del resultado sería el número de meses que podríamos mantener un cierto nivel de vida similar al actual si de repente desaparecieran nuestros ingresos. Dicho de otra manera, mide la distancia a la que nos encontramos del desastre financiero.

Ni qué decir tiene que nuestro objetivo sería lograr un fondo de emergencia suficiente como para podernos mantener el tiempo suficiente hasta conseguir nuevos ingresos. Lo que ocurre es que en la situación actual, con la incertidumbre sobre la estabilidad laboral por las nubes, cualquier cantidad podría resultar insuficiente. En todo caso, podríamos dar por bueno un fondo de emergencia de entre 6 y 12 meses complementado con ahorros adicionales en otro tipo de inversiones más a medio-largo plazo.


Bien, calculando estos tres indicadores tendremos ciertas pistas sobre nuestra situación económica actual y, como decía anteriormente, podremos ir evaluando nuestros progresos.

IMPORTANTE: no tienes que ver esto como algo engorroso y complicado. Tampoco debes desesperarte si te ves lejos de conseguir resultados positivos. Los pasos para salir de una situación económica complicada son estos:
1º) Conoce tu situación. No te engañes ni intentes cerrar los ojos. Coje papel y lápiz y calcula estos ratios.
2º) Fíjate objetivos: ¿a dónde deseas llegar en lo personal y en lo económico? No divagues, ves a lo concreto.
3º) Elabora un plan de acción para salir del agujero. ¿Qué pasos estás dispuesto a dar para cambiar la situación? Haz un listado de tus compromisos y cúmplelos.

Por tanto, da el primer paso, deja de leer y calcula estos tres ratios. Los objetivos mínimos ya te los he marcado. Tómalos como algo general, pues debes adaptarlos a tu situación concreta.
- Ahorra como mínimo un 10-15% de tus ingresos anuales.
- Dedica parte de eses ahorro a reducir tu nivel de endeudamiento empezando por amortizar las deudas más costosas.
- El resto del ahorro dedícalo a reunir un fondo de emergencia que te dé cierta tranquilidad financiera frente a situaciones imprevistas.

Ahora es tu turno. ¡Adelante!


martes, 25 de junio de 2013

Reducir los "gastos hormiga"

Conocemos como "gastos hormiga" las pequeñas compras que realizamos en el día a día en productos que podríamos considerar prescindibles y de pequeño importe, pero que suponen un gasto importante al cabo del año por la frecuencia con que se producen. Precisamente por ser gastos individualmente reducidos, no les damos mucha importancia, pues solemos fijarnos sólo en los grandes gastos (hipoteca, préstamo del coche, teléfono, luz, comedor escolar...) y por ello es fácil que se escapen a nuestro control. Sin embargo, considerados en su conjunto y puestos en un contexto anual, nos pueden provocar un desajuste importante en las cuentas del hogar.


Ejemplos de gastos hormiga serían compras frecuentes de café, periódico, tabaco, refrescos, comidas fuera de casa, pequeños caprichos... Veamos con tres ejemplos qué pueden suponer en un contexto anual:

- 2 cafés al día a un precio de 1,20 € --> 876 euros al año
- media cajetilla de tabaco diaria a un precio de 4,30 € --> 785 euros al año
- desayunar fuera de casa en días de trabajo a un precio de 2,5 € --> 605 euros al año

Otra fuente de gastos hormiga son aquellos productos necesarios para el día a día en los que no prestamos especial atención al precio por ser este muy reducido. Un buen ejemplo sería la barra de pan que compramos a diario. Entre comprar una barra a 85 céntimos y comprarla a 45 céntimos los 365 días del año el ahorro llegaría a casi 150 euros.

Cada uno tiene sus propios gastos hormiga en función de sus hábitos. Lo importante es tener en cuenta que en las familias que no llevan un control diario de su economía, los gastos hormiga suponen una fuga dinero difícil de detectar. Vamos a dar a continuación unas pautas para controlarlos. Con este sencillo método, podremos detectarlos y actuar para conseguir ahorros importantes:

1º) En primer lugar, debemos apuntar durante un mes completo todos nuestros gastos en efectivo. Para ello podemos utilizar el método clásico de llevar con nosotros una libreta o recurrir al uso de un smartphone. Existen bastantes aplicaciones destinadas a ello; os recomiendo dos: All Budget para iphone y AutoHome Economy para Android.

2º) A continuación, anotaremos para cada gasto si es "esencial" o "no esencial". Es decir, se trata de indentificar partida por partida cuáles son imprescindibles y cuáles prescindibles. Con ello tendremos ya una idea del dinero que se nos va del bolsillo todos los meses en este tipo de gastos.

3º) El siguiente mes haremos la misma operación, pero en esta ocasión, cada vez que vayamos a realizar una compra "no esencial" aplicaremos la regla de los 10 segundos: antes de incurrir en el gasto nos tomaremos este tiempo para pensar si realmente necesitamos o no hacerlo. Intentaremos evitar al menos una parte de ellos discriminando entre aspectos que son necesarios para nuestra satisfacción personal y los que no.

Este método funciona, si bien te recomiendo no eliminar drásticamente todos los gastos prescindibles. En lugar de quitarlos de raíz, te propongo fijarte un presupuesto mensual para cada partida. Piensa bien un patrón razonable de gasto que consideres que puedes llegar a cumplir intentando sacrificarte un poco pero sin llegar a agobiarte. Una forma de comenzar podría ser que ese presupuesto fuera del 50% sobre lo que estés gastando en estos momentos.

Otra manera de encararlo sería fijarse un objetivo de ahorro semanal. Si por ejemplo nos proponemos un ahorro de 12 euros semanales en este tipo de "pequeños caprichos", lograríamos ahorrar al cabo del año nada menos que 600 euros.

Si lo consigues, ese dinero que vas a ahorrar lo puedes dedicar a cosas más importantes para ti mismo, poderte complacer de vez en cuando con algo que realmente te motive, lograr un ahorro para un proyecto de futuro, etc... Verás como el esfuerzo merecerá la pena.


lunes, 4 de febrero de 2013

Cómo ahorrar hasta 500 euros al año en seguros

Según la Encuesta de Presupuestos Familiares del INE, cada familia española viene a gastar una media de 1.008 euros al año en seguros (datos del año 2011). La misma fuente indica también que este gasto ha aumentado considerablemente en los últimos años, casi un 7% desde el año 2006.

Se trata por tanto de una partida importante para nuestra economía familiar. Es además, por mi experiencia, uno de los conceptos en los que más ahorro podemos conseguir siguiendo unas pautas claras y sencillas. 

Básicamente las alternativas que tenemos para rebajar las cuotas que pagamos por nuestros seguros son dos: 1) negociar a la baja las cuotas manteniendo las coberturas que tenemos contratadas y 2) ajustar las coberturas del seguro para obtener con ello un precio inferior.


Os presento a continuación una serie de consejos generales y otros específicos que a buen seguro os ayudarán a rebajar el gasto anual en seguros.


CONSEJOS GENERALES:
  • En primer lugar es necesario definir bien las necesidades, qué coberturas queremos realmente y cuáles son superfluas o secundarias. No hay que contratar más de lo necesario. Podemos ahorrar mucho dinero si recortamos coberturas innecesarias.
  • Es fundamental comparar precios entre distintas compañías. Para ello, os recomiendo acudir primero a la competencia de vuestra aseguradora actual. Podéis recurrir a los comparadores de internet, pues ahorran tiempo y dinero.
  • No obstante, es posible que consigáis precios más ajustados haciendo la gestión en persona o telefónicamente en 2 ó 3 compañías.
  • Cuidado con las diferencias de precio muy abultadas, para que comparación sea justa habrá que comprobar primero de que las coberturas son las mismas.
  • Después, os recomiendo volver a vuestra compañía actual e intentar que os ajusten a la baja el precio. Os sorprenderéis. Algunas compañías están ofreciendo descuentos importantes para no perder clientes.
  • Eso sí, todo esto hay que hacerlo con tiempo, al menos un par de meses antes de que os renueven automáticamente la póliza.
  • Agrupar todos los seguros en una única compañía siempre hará que consigamos mejores precios. Las aseguradoras suelen premiar la fidelidad.
  • Cuidado al fraccionar cualquier pago, es posible que nos cobren más por tener recibos semestrales o trimestrales en lugar de anuales. Recurre a ello sólo si es absolutamente necesario.
  • Por último, no debemos contratar ningún seguro sin leer la letra pequeña, ya que ésta es precisamente la que informa sobre los riesgos que no están cubiertos. Por ello es muy importante no firmar en el momento; conviene solicitar la información para estudiarla y compararla en casa. 

CONSEJOS ESPECÍFICOS SOBRE EL SEGURO DE HOGAR:

  • Es frecuente creer que el seguro del hogar y el de vida son obligatorios al contratar el crédito hipotecario. Lo mismo puede suceder con los seguros que dicen proteger al cliente de la subida del Euribor. Sin embargo, según la Ley de Regulación del Mercado Hipotecario y las normas que la desarrollan, el único seguro obligatorio para suscribir una hipoteca es el de incendios. Y además, esto no concede el derecho de obligar a su cliente a adquirir dicho seguro en la propia entidad.
  • El valor medio de los seguros del hogar ronda los 250 - 300 euros anuales para una vivienda de 100 metros cuadrados. Los pisos más pequeños evidentemente suelen costar menos y las viviendas unifamiliares más.
  • Muchas compañías aplican lo que llaman "regla proporcional". Significa que las indemnizaciones son proporcionales a las primas pagadas. Por eso al contratar una póliza de seguro multirriesgo del hogar es fundamental asignar el valor correcto a continente y contenido.  
  • El capital asegurado para el continente debe corresponder al del coste de la reconstrucción de la vivienda, sin tener en cuenta el valor del solar. Se suelen recomendar los siguientes valores mínimos:
           - Piso: 900 euros / m2 construido
           - Adosado: 1.100 euros / m2 construido
           - Unifamiliar: 1.200 euros / m2 construido
  • El capital asegurado para el contenido debe ser el suficiente para volver a adquirir los bienes que tienes en tu vivienda (muebles, electrodomésticos, joyas, objetos artísticos o de valor especial, ropa, libros, discos, etc...).
  • Hay también que valorar si interesan ciertas coberturas que las aseguradoras suelen incluir, como asistencia familiar, asistencia en el hogar, asistencia informática, urgencias, joyas…
 
CONSEJOS ESPECÍFICOS SOBRE EL SEGURO DEL COCHE:

  • En la actualidad el mercado ofrece una amplia gama de ofertas, modalidades y coberturas según el perfil del cliente; es decir, no existe la póliza o aseguradora más barata en términos generales, si no que dependiendo del tipo de conductor existe una más o menos conveniente a su perfil. En el precio del seguro del coche influyen variables como antigüedad del carnet, edad, uso del vehículo, modelo, potencia y color del coche, zona geográfica, uso de garaje, alarma…
  • Se suele recomendar las pólizas a Todo Riesgo para los vehículos nuevos. No obstante, son seguros caros y, para algunos perfiles de conductor y modelos de vehículo, casi prohibitivas. En estos casos recurrir a la franquicia reduce considerablemente el importe del seguro. A cambio, en caso de siniestro deberemos abonar nosotros el importe de esta franquicia. Por ello la recomendación en estos casos sería fijar la franquicia máxima que podamos asumir teniendo en cuenta nuestros recursos en caso de siniestro y el precio de la póliza.
  • Para un conductor medio, la póliza recomendable es la de Terceros mejorada normalmente con las coberturas de lunas, robo e incendios. Es considerablemente más cara que el seguro obligatorio, pero a cambio tiene cubiertas las contingencias más importantes.
  • En ocasiones los propios agentes de las compañías nos recomiendan asegurar el vehículo a nombre del conductor que resulta más económico de la familia y poner al resto como conductores ocasionales. No obstante, hay que tener cuidado con estas prácticas, pues en ciertos casos podemos encontrar limitaciones en el pago de los siniestros.
  • También hay que evitar en la medida de lo posible los accesorios y el tunning, pues encarecen el seguro.
  • Es también primordial informarse de otros aspectos como:
  1. La cláusula bonus-malus, que fija la reducción o el aumento de prima según los siniestros que se declaren. Puede suponer un ahorro de hasta el 50% según la bonificación que se tenga.
  2. El valor venal, relativo a la indemnización en caso de siniestro total.
  3. La cobertura de ocupantes, que es uno de los elementos que más encarece el precio de la póliza.


OTROS SEGUROS:

Las familias suelen también tener contratados seguros de vida, salud, asistencia en viaje, profesionales, etc… En estos casos hay que evaluar con precisión si realmente cubren un riesgo que necesitamos proteger y comprobar que no tengamos ciertas contingencias aseguradas más de una vez por distintas fuentes.  Esto, aunque no lo parezca, es más habitual de lo que podríamos imaginar.


A continuación os presento dos ejemplos reales de clientes con los que he trabajado recientemente. No son casos atípicos, es habitual lograr ahorros en los seguros familiares de entre 300 y 500 euros anuales.

EJEMPLO Nº 1: ahorro de 498 euros al año.
Se trata de una familia que tiene contratado el seguro del hogar en el mismo banco con el que constituyó la hipoteca. Afortunadamente esta condición no está recogida en las escrituras y podemos buscar una alternativa sin sufrir penalización. Se ahorran 254 euros con el cambio manteniendo exactamente las mismas coberturas o mejorando incluso algunas de ellas. Por otro lado disponen de 2 vehículos, ambos asegurados a todo riesgo a pesar de tener ya unos cuantos años. Cambiándolos a un seguro de terceros bastante completo en la misma compañía se ahorran 244 euros. En total un ahorro de 498 euros al año.

EJEMPLO Nº 2: ahorro de 425 euros al año.
En este caso se trata de una familia que tiene un seguro de hogar que no se ajusta bien al valor real de su inmueble ni a sus pertenencias. En este caso ajustando los valores asegurados de continente y contenido y quitando alguna cobertura innecesaria se consigue rebajar la prima en 70 euros al año. Por otra parte, trayendo a esta misma compañía el seguro del coche se logra un ahorro de 121 años. Por último se decide eliminar un seguro profesional y otro de vida que tenían contratados por duplicado, logrando con ello un ahorro de 30 y 204 euros respectivamente. En total, 425 euros al año.

En resumen, los seguros que tenemos contratados en una familia son una fuente importante de ahorro. Comparar entre diferentes compañías, saber negociar y contratar sólo las coberturas que realmente necesitamos son las claves más importantes para lograr reducir significativamente las primas.